Una Cena en 1932

El año, 1932. El lugar, el salón comedor de la residencia del gobernador en Albany, capital del Estado de Nueva York. El gobernador es Franklin Delano Roosevelt. Los Estados Unidos están sumergidos en la mayor crisis de su historia, la Gran Depresión. La pobreza se advierte por doquier. Hay Villas Hoover en el Central Park. El cuadro dominante es la desigualdad social, el hambre y la desesperación.

Pero la familia Roosevelt se ha sentado a cenar. Son los Roosevelt de Hyde Park, no los de Oyster Bay, pero da lo mismo. Estos también estarán comiendo, claro. Para ellos no hay hambre, pero sí preocupación. Quieren que las cosas mejoren en su bendita América. Piensan en hacerse cargo. Es una familia del poder. Una familia presidencial.

En Chicago sesiona la Convención del Partido Demócrata. Durante los últimos doce años han gobernado los republicanos. Al Smith va por la revancha. Hace cuatro años el partido cortó boleta. Eligió a Franklin Delano Roosevelt como gobernador, pero no a Smith como presidente. No estaban preparados los estadounidenses aún para un presidente católico. Roosevelt se había quejado en 1928 de la actitud de los votantes. Abjuró de su partido. Pero luego se tranquilizó.

A Smith ahora le surge un contrincante impensado. El propio Roosevelt, quien no ha ido a Chicago, pero ha enviado como avanzadilla a su operador perpetuo, el primero que lo ha llamado hace mucho tiempo “mi querido y venerado futuro presidente”, Louis McHenry Howe, “el coronel”. La Convención se empantana. No puede alcanzar la mayoría para una decisión. Entonces surge el nombre de Roosevelt. Desde las graderías tocan “Anchors Aweigh”. Louis se enfurece irracionalmente y pide que cambien la canción. Quiere “Happy Days Are Here Again”. Será la canción que acompañará a Roosevelt el resto de sus días.

Roosevelt hubiera preferido no lanzarse todavía, continuar con su tratamiento en Warm Springs por cuatro años más. Volver a caminar. La polio (o un problema medular) lo ha fulminado en 1921. Fue el adiós a su figura esbelta, a su impresionante swing de golf, al zapateo americano, pero no a las damas (para incrementar su militancia en la galantería no necesita usar las piernas). Después de fingir cierta resistencia ha consentido que se lanzara su nombre. Hace veinte años que sueñan, él y Louis, con la presidencia.

Toda la familia está sentada a la mesa. También Missy LeHand, quien le ha consagrado su vida (y literalmente se la ofrendará con su muerte más adelante). Es reconocida como un miembro más del clan, en especial por su mujer Eleanor, con quien Roosevelt no yace desde que – aterrada- ha decidido no tener más hijos y el único método anticonceptivo aceptable para ella es abandonar la actividad sexual (¡Eleanor Roosevelt, such a bloody idiot!).

Suena el teléfono. Es Louis quien llama desde Chicago. Está en la habitación 1702 del Chicago´s Congress Hotel. Le dice a Roosevelt que Texas volcará sus delegados y que la guerra está ganada, a condición de que Cactus Jack Garner integre la fórmula. Al ver el rostro de su amado Franklin mientras escucha a Louis, Missy le dice risueñamente “F.D., pareces el gato que acaba de comerse al canario”. “A primera hora de la mañana volaré a Chicago”, dice Franklin. Los Roosevelt estallan de alegría. Missy abraza espontáneamente a Eleonor. Dos mujeres, un destino. Los Roosevelt chicos, Johnny y Elliot rompen anotadores y los tiran al aire celebrando. Todos corren a preparar la ropa para el viaje a Chicago en un avión privado. Franklin desconfía de los aviones de línea.

Roosevelt medita aún sentado a la mesa acerca de su discurso de aceptación. La nación está en llamas. El mundo arderá en poco tiempo más. Lejos está de suponer que vivirá hasta el fin de sus días en la Casa Blanca. Sabe que ganará esta elección con facilidad, pero no tiene cómo imaginar el futuro. Todavía no sabe que será elegido presidente nuevamente en 1936, en 1940, y en 1944. Siempre con distintos vicepresidentes. No necesitará arreglar formulas con ningún otro Cactus Jack Garner. Incluso al último – Harry S. Truman- le ofrecerá el cargo a través de un intermediario, y apenas lo recibirá más adelante en su despacho. Poblará durante muchos años la Casa Blanca de amigas y de amigos muy queridos. Serán tiempos épicos. Tiempos de lucha y esperanzas.

Esta campaña la hará por radio. Para su fortuna aún no existe la televisión masiva. No lo perjudicará la silla de ruedas. Nadie la verá. Desde luego hará un esfuerzo en la Convención para ponerse de pie. No necesitará más.

Tampoco sabe aún que la de 1936 será la primera elección presidencial en la que se efectuarán encuestas científicas. Ese año el Literary Digest a partir de una muestra descomunal del padrón electoral (dos millones trescientos mil votantes) y sin el análisis apropiado, informará que el pueblo es mayoritariamente republicano, y una semana antes de las elecciones presidenciales, afirmará que Alfred M. Landond, candidato republicano, es por amplio margen más popular que Roosevelt. A la par, George Gallup realizará por primera vez en la historia una encuesta pequeña, pero con bases científicas, utilizando muestras demográficas representativas, y predecirá la victoria de Roosevelt. Elmo Roper, otro adelantado en las predicciones políticas usando encuestas con análisis sociológico, dirá del triunfo de Roosevelt ese año, y también en 1940 y 1944.

Por supuesto Roosevelt no puede siquiera sospechar que en un futuro cósmico, en la cuadratura del círculo espacial infinito de tiempos que vendrán, en la segunda década del siglo XXI, en el más lejano país del Sur del continente, la República Argentina (en el que va a morir su querido Gus Gennerich una noche de diciembre de 1936, después que lo ayudara a acostarse durante una visita oficial, y saliera en búsqueda del que será definitivamente su último café), las encuestas se utilizarán como parte del marketing electoral, los rigores científicos se abandonarán, y el gobierno y la oposición terminarán aceptando someterse a un testeo del padrón entero. Íntegro. No una muestra descomunal del mismo como hiciera el Literary Digest, sino de su totalidad.

No son los de hoy tiempos épicos, de lucha y esperanzas, como aquellos que comandara Roosevelt desde la Casa Blanca. Son tiempos de crisis, pero de extrema ordinariez, chatos y desesperanzados. Y encima una encuesta. Eso es lo que sucederá el próximo domingo. Una encuesta masiva. Una foto de la opinión pública dos meses antes de las elecciones. Una elección semanal más. Costosísima, usándose impropiamente de los dineros públicos, distrayéndolos de la utilización adecuada para mitigar la pobreza que aquí, como en aquellos Estados Unidos de 1932, se incrementa día a día. Una metralla de spots publicitarios que procuran atraer la atención del votante cuando en verdad, a nivel presidencial, no se elige nada. Sólo se inquiere sobre la opinión del ciudadano.

Un derroche descomunal de esfuerzo y de dinero.

Ni el Literary Digest se hubiera atrevido a tanto.

52 pensamientos en “Una Cena en 1932

  1. Winona

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  4. HORACIO GIAMBRONI

    POCAS VECES SE DIO LA OPOPTUNIDAD DE QUE TODA LA HUMANIDAD DEPENDIESE
    DEL SENTIDO COMUN DE UN HOMRE QUE SUPO SACAR ADELANTE UN PERIODO ,MAS
    QUE PROBLEMATICO DEL MUNDO–FUE UN VERDADERO HOMBRE PUBLICO A QUIE MUCHO LE DEBEMOS

  5. Federico G. Polak Autor de la entrada

    Recién ahora advierto que no he agradecido la intervención de Fresia Robinson referida a Una Cena en 1932, tan elogiosa respecto al sitio. Acompañando el obvio pedido de disculpas por la tardanza, retribuyo sus palabras, y le pido que sus comentarios sean más frecuentes. Subiré esta respuesta también al último post

  6. Fresia Robinson

    Debo decir, en primer término, que tanto el post, como los comentarios, están excelentes y derrochan conocimiento y cultura, lo que es demasiado pedir en Argentina, en nuestros días. No sin lamentarlo, también debo afirmar que, al parecer, por los resultados de «las primarias» (para mi fueron la interna del PJ) el pueblo argentino quiere «pan y circo»: eso es lo único que proviene del Gob nacional. Políticas de Estado, que procuran terminar con la pobreza, elevar la calidad de la educación, terminar con la inseguridad, crear fuentes de trabajo digno, viviendas dignas y accesibles para todos, atraer inversiones?: ninguna. Y, para colmo, autoritarismo, prepotencia, soberbia y corrupción. Estamos para ser enviados, mostrados como ejemplo de lo que no debe ser. En este contexto tan adverso, tan preocupante para el pueblo de la Nación, es preocupante y lamentable que la Oposición no haya podido, articular un proyecto común y elegir una figura, detraás de la cual, el pueblo solo se encolumnará.Según el Dr Alfonsín, detrás de quien -creo- el pueblo se puede encolunmar, este último lo hará solo, sin alianzas o acuerdos de Partidos…. pero, la realidad demuestra que la cuestión es todos, contra todos. Ojalá, los argentinos nos demos cuenta porque de nepotismo, soberbia y corrupción, estamos hartos. Mis felicitaciones a todos (los que escriben y comenten) porque son un lujo!. Cariños.

  7. Mario Cerruti Gianetto

    PANEM ET CIRCENSES
    Ya en la època del Imperio Romano,los Emperadores a los efectos de mantener el favor del pueblo,organizaban juegos con gladiadores y fieras.En esa època lo ùnico que comenzaba,era la tragedia griega y su comprensiòn,correspondìa a clases elevadas.Por ello,que entregaban trigo al pueblo,hogazas de pan y organizaban esos juegos en el Circo Màximo,denominàndose entonces esos eventos,como que los Emperadores daban alimento y distracciòn al pueblo (pan y circo)Neròn,de la gens Claudia,fuè famoso por los festejos que organizaba para el pueblo.Transcurrido el tiempo,el hecho de dar al pueblo beneficios gratuitos de algùn tipo,fuè constante y de acuerdo a un principio cristiano,que por otra parte se entroncaba en el clàsico «suum cuique tribuere» del Derecho Romano (dar a cada uno lo suyo).Pero lo que es esencial,es que lo que primordialmente se debe dar al pueblo,es condiciones de trabajo,tal como se consagra y norma en nuestra Carta Magna,en el artc.14 de la Constituciòn Nacional.No se debe hacer que,aprovechando planes sociales del tipo que fuera,muchas veces acordados con sanas intenciones pero con un trasfondo clientela-rio,los beneficiarios vivan de esos beneficios y que soslayen el dereho a trabajar,de acuerdo a condiciones de trabajo que debe haber,de acuerdo al artc.14 de laConstituciòn Nacional.Todos los habitantes de la Naciòn,gozan de los mismos derechos (Vid.artc.14 y concordantes de la Constituciòn Nacional.Como hombre de Derecho,debo resaltar las palabras que ese enorme jurista que fuè el Dr.Hèctor LAFAILLE,pronunciara en ocasiòn de una colaciòn de grados en la dècada del 30:»Los claustros universitarios han hecho màs por la igualdad entre los hombres y su comprensiòn recìproca que muchos preceptos escritos» y dirigièndose a los jòvenes egresados,decìa:»Procedèis de las catorce provincias y de muy distintas capas sociales.Pero a despecho de tantas diferencias,regresàis a vuestros hogares con largos años de tarea comùn,el tìtulo que os nivela y sin màs distinciones que las conquistadas por la capacidad o la perseverancia.Los nombres que llevais, continuaba,parecen a primera vista señalar categorìas,pero no debèis atribuirles demasiada importancia.Los hay sin duda conocidos en los anales patrios,en los cìrculos cientìficos o en las crònicas munda-nas—Mantenedlos con gloria e ilustradlos por cuenta propia.No se darà tal vez contraste màs lamentable que la grandeza del apellido junto a la insignificancia de la persona..,»Y refirièndose a la odisea
    del estudiante pobre u oscuro,al doloroso drama del que pugna por abrise camino,les decìa–«No desmayeis;màs humildes fueron los comienzos de Sarmiento.Pocas fuerzas pueden compararse con una voluntad firme al servicio de una ambiciòn noble».Señera lecciòn de uno de los màs grandes Juristas del Derecho Civilen nuestra patria.Se ha citado a Neròn,Emperador que con largueza diò «panem etcircenses» se debe citar,en su momento,que habiendo en su momento cambiado la variable dela Historia de ese entonces,el pueblo romano trasmutò sus «hosannas»en crìticas y al Emperador que conenzò magnànimo,se lo denostò llamàndoselo «barbas de cobre» entre otros apelativos.

  8. Federico G. Polak Autor de la entrada

    Nuestro sincero agradecimiento por su comentario, Elba Miguel. Contestando a su inquietud y sus generosas palabras, le informamos que nosotros no conformamos todavía un grupo. Somos apenas tres personas (los dos Federico Polak -el que escribe notas y cuentos es Federico padre, por ahora- y Sebastián Verea, quien diseñó el sitio) con un objetivo: vincular el pensamiento intelectual con la política y la literatura. Lo explicamos cuando comenzamos, en la primavera pasada, en la nota inicial «El Tonto y los Sabios». En estos meses de vida se fueron incorporando lectores con sus comentarios, y dos colaboraron con relatos y cuentos. Néstor Grancelli Cha, y Simón Gozar. La mayoría de quienes ingresan al sitio y se ponen en contacto con nosotros, lo hace vía mail, infortunadamente. Decimos infortunadamente porque creemos que le daría más vida si lo hicieran directamente en el sitio. Pero así y todo hemos conformado una comunidad pequeña que recién empieza, abierta, y plural. Tenemos una libreta de direcciones que no alcanza a las tres mil, y setecientas de ellas de ellas abren el sitio semanalmente. Ojalá se sostenga. Sus colaboraciones, Elba, serán bienvenidas. Y cualquier otro intercambio que hagamos entre todos, incluido el de los mails. Hemos iniciado o reafirmado, a través del sitio, amistades generadas por nuestras opiniones, y sus devoluciones. Nos parece que termina resultando más valioso leer los comentarios, que las notas y los cuentos en sí. Fíjese que el diseño del sitio permite ver todo, incluso cuáles han sido las secciones más leídas. Aún cuando el predominio del tema político e intelectual es notorio, para nuestra satisfacción un cuento se ha colado entre ellos: «El Limbo según Max». Podemos pasarle nuestros correos electrónicos, cuando lo desee, via el del sitio. Gracias otra vez!

  9. Lidia Caldentey

    Al Señor Federico Polak y su grupo de colaboradores, GRACIAS ¡¡¡¡¡ por sus lecturas enlazadas con SABIAS reflexiones.

  10. Federico G. Polak Autor de la entrada

    Gracias Adolfo. Es verdad, un personajón Roosevelt. Estaba en Warm Springs con su amante de siempre, Lucy Mercer, quien había sido muchos antes atrás la secretaria de Eleanor. Lucy no se divorció porque era católica, tal vez Franklin lo hubiese hecho para casarse con ella. Granny, su madre y jefa de familia, no se lo hubiese perdonado. Y no hubiera sido presidente. Dijo que se acostaría, y murió de un derrame cerebral. Tenía apenas 63 años. Lucy no aparece en la nota del sitio, sino su secretaria (también, desde luego, su amante) Missy LeHand. La razón que da el apunte de Una Cena en 1932 sobre Eleanor (quien dio término a su actividad sexual después de tener muchos hijos) está tomado de una biografía escrita por uno de sus hijos, Elliot (Los Roosevelt de Hyde Park). En cambio, la mayoría de las demás biografías indican, o bien sus tendencias al lesbianismo, o que a su vez tenía amigos amantes. El matrimonio perduró sólo formalmente, desde el episodio Mercer. Eleonor hizo su propia vida pública, notable, que trascendió mucho más allá de la muerte de Franklin.

  11. Adolfo Tamini

    Buenísima la remembranza. Y qué bien escrita¡¡¡ Personajón este Roosevelt. Creo que, para la historia, murió sobre su escritorio presidencial.

  12. Elba Miguel

    Estimado Federico : Son un recreo espiritual sus envios y reflexiones. Si se ha integrado algun grupo que trate nuestra realidad con esta mirada que comparto le agradecerè me lo haga saber. Necesito alimentar mi dosis de coherencia y sensatez para no sucumbir en el intento. Sus lecturas me ayudan y mucho. Le estoy sumamente agradecida.

  13. Dr.Mario CERRUTI GIANETTO

    CONTRADICTIO DIVIDUI ET INDIVIDUI (CONTRADICCIÒN ENTRE LO DIVISIBLE Y LO INDIVISIBLE)En los ùltimos tiempos,se debe reconocer que se ha intentado recomponer los intereses y valores nacionales,absolutamente venidos a menos y menoscabados,con una polìtica anterior de corte neo liberal,donde se perdiò ELMA,AEROLÌNEAS ARGENTINAS, YPF y tantas em-presas màs.Pareciera que se tomò el ideario de John MAYNAR KEYNES y la impronta vigorosa del desarrollismo de FRONDIZI-lamentablemente con su destituciòn significò que el paìs retrocediera 20 años-y la polìtica de ALFONSIN,figura respetada y preclara,que,muerto,alcanzò lo que pocos polìticos alcanzan,es decir,que el pueblo entero lo aclame y acompañe sus restos.Pero baches hay y dolorosos.En materia Previsional,se ha dado una Ley de Movilidad,con aumentos en marzo y septiembre que,muy lamentablemente no alcanzan a cubrir un 50% de las necesidades de una familia tipo,tenida cuenta que la erosiòn inflaciona
    ria,es tremenda sobre los ingresos y los montos jubilatorios.Se ha dispuesto un aumento de las jubilaciones para elpròximo mes de septiem-bre.¿Còmo se conjuga ello,con la situaciòn de los màs de 400.000 jui-cios que se acumulan en el Fuero de la Previsiòn Social?-¿Que la ANSES no està cumpliendo con las sentencias firmes,demorando los expedientes muchas veces con argumentos encontrados,destinados sòlo a demorar y entorpecer?.Hete aquì la CONTRADICTIO,que hace que lo que se dispone por un lado,se contradice con la situaciòn imperante en lo que respec-ta al Fuero Previsional,que ya es para una inmensa cantidad de pobla-ciòn,tremendo.Tengo años para recordar,que hubo una època,en que se priorizò a los ancianos y a los niños.Ahora,esto no se da como se deberìa.Muchos jubilados con tràmites de movilidad que se eternizan,
    cuando les llega finalmente la efectivizaciòn de la sentencia,estàn ya muertos.Ello es realmente tremendo.Necesario es,remontarse a la Antiguedad y recordar el ejemplo de Alejandro Magno,que,en la campaña de Persia,faltando agua para su tropa,al ofrecèrsele un recipiente con agua,puesto que era elrey,la derramò,puesto que su tropa carecìa en gran cantidad en plena campaña,de la provisiòn de agua,necesaria para poder proseguir la campaña.Es ejemplo de otras èpocas,pero siempre debe ser tenido presente,aun en los tiempos ulteriores.

  14. Ariel Dulevich Uzal

    Interesante relato Federico. Siempre la historia grande desde aquella gesta que fue la independencia de las Colonias Inglesas de América del Norte, a la fundación de los Estados Unidos de América, consagrando a través del Constitucionalismo el modelo ejemplar de la República Democrática y Presidencialista e instalando un paradigma de profundo contenido ético, muestra capítulos que al exhumarlos -como lo hizo tu lúcida pluma- nos brinda episodios, actitudes y humanas experiencias que cobran sigular actualidad. Me permito la digresión: Lástima que la adopción que hicimos de aquél sabio sistema -como tantas otras Naciones del Continente-, se agotara frecuentemente en la mera forma de representación electoral, sin alcanzar la profundidad de sus valores como vedadero estilo de vida.

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